lunes, 31 de julio de 2017

MI CASA ES LA TUYA: UN PRODUCTO BLANCO CON GRANDES DOSIS DE CASPOSIDAD

Tenía mis dudas sobre hacer un análisis sobre un producto así. El blog se llama Consumidor de Cultura, y no sabría decir si esto se le puede llamar cultura, pero lo que puede llamarse es televisión, y eso entra dentro de lo que es mi blog, buena o mala, eso ya lo analizaremos más tarde. No creo que ahora me vaya a poner a comentar realitys ni otros productos tróspidos, pero este programa creo que merece analizarlo un poco en el blog por varios factores.
En los últimos años se produjo un boom en la televisión española con el género de entrevistas. No era algo nuevo, pero tras unos años desaparecidas, personajes como Risto Mejide en programas como Viajando con Chester volvieron a poner al género de moda. Y la televisión pública quiso también tener su programa propio de entrevistas. El programa tenía que ser menos macarra y crudo que el de Risto y algo más blanco que el programa de La Fábrica de la tele, y para ello tenían al anfitrión adecuado.
Es posible que a la productora ProaMagna le hubiera gustado tener de entrevistador a alguien tan triunfador y carismático como Julio Iglesias, pero como quizá no podía ostentar a tener al conquistador latino, eligió a otro cantante famoso igual de truhán y latin lover, pero más campechano (como el antiguo Rey) y también más cuñado.
Por entonces hacía unos años que Bertín Osborne se encontraba fuera de los grandes focos, sobreviviendo mientras iba de gira por teatros con su show junto al cómico Arévalo (el que se hizo famoso hace décadas por sus chistes de "maricones y gangosos", si), y nadie se esperaba el bombazo que iba a dar.


Y es que Bertín deja a un lado la política y otros temas que podrían ser polémicos y encaja de manera perfecta en lo que quiere mostrar la productora. Un programa blanco dónde se muestre la ostentosidad de las casas de los invitados y del anfitrión, pero que a la vez muestre la cara más amable y cercana de ellos. Cada programa es un lavado de cara perfecto para invitado y presentador, dónde se potencia lo que más interesa de ellos. Mientras en las entrevistas de Risto, el presentador sabía como llevar la conversación para poder provocar al invitado y sacarle las partes más crudas e interesantes, Bertín utiliza una estructura fija: primero le pregunta por su infancia, después por sus méritos profesionales, y por último intenta pasar a la parte más sentimental para sacar su lado más humano y cercano. El que se haga en casa de uno u otro funciona, porque da el espectador la sensación de estar viendo parte de la intimidad de los protagonistas, su versión más natural, aunque ésta pueda ser impostada.
El programa tuvo grandes resultados de audiencia, pero un problema entre la televisión pública y productora hicieron que el formato quedara libre y que Mediaset lo aprovechara de forma hábil. De "En Tu Casa o en la Mía" pasó a ser "Mi Casa es la Tuya". Un cambio de nombre y un tono al programa aún más pasteloso fueron los pocos cambios que sufrió el formato que sigue consiguiendo una gran audiencia ahora para la cadena de Fuencarral.

Dos cuñados y un destino
Entre tema y tema el programa utiliza de separación una secuencia con un retrato del protagonista en primer plano con la casa o el jardín de fondo, a ritmo de una versión melódica de alguna canción conocida (que no pega absolutamente nada con el tema, y mucho menos la letra, pero como aquí no la entendemos y la música de la versión suelen ser baladas suaves...), y de paso nos ahorramos pagar derechos.
Todo el programa tiene tienes rancios y de casposidad. Si el invitado casi siempre hombre tiene pareja, lo cuadran todo para que la mujer de Bertín les acompañe y entretenga  a la pareja del invitado. Mientras que por un lado los hombres se sientan en el sofá a hablar de "cosas de hombres", la mujeres se van a ver la casa a hablar de "cosas de mujeres".
El programa empieza y acaba con un discurso de Bertín en off sobre lo que espera conocer del invitado, y termina con una reflexión final sobre lo que ha descubierto a modo de resumen, que por mucho que intenten apañarlo, se nota que el hombre está leyendo un texto escrito por los guionistas. Como veis, todos ejemplos muy cutres.


Bertín, que va de maestro del gazpacho, demuestra lo poco que se ha acercado a una cocina al no saber como funciona la vitrocerámica, pero este hecho lo convierten en chiste y lo hacen aún todavía más cercano. Al ser un programa blanco y en el que todo está muy controlado, no hay nada que pase de lo políticamente correcto, pero de vez en cuando se escapan actitudes o comentarios casposos, rancios e incluso machistas de forma irremediable.
Da igual que te muestren la casa y la vida de un ex deportista famoso como Ángel Nieto o Carlos Moyá, un actor conocido que está de promoción como Mario Casas o José Coronado o cantantes por el mismo motivo como Alejandro Sanz y Antonio Orozco, o al peor presidente del gobierno de la historia de la democracia española, todos funcionan y todos quedan como el yerno perfecto a ojos de la audiencia.
Viva Ejjjpaña.

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