lunes, 1 de octubre de 2018

JAPAN WEEKEND 2018: ANIME, RAMEN Y K-POP

En la Japan Weekend todo tiene un tono espiritual. La factoría de animación Ghibli es una religión, los personajes de las series de anime de acción son considerados casi dioses, y la música celestial suena a K-pop. Así es una feria que lleva años dedicada al manganime y a la cultura oriental popular en general. Por un lado podemos ver a gente comprando mangas e ilustraciones de sus personajes favoritos, mientras a otros buscando tesoros en la parte dedicada a los videojuegos retro o incluso probando alguno de ellos; por otro lado destacan las interminables colas de gente deseosa de conseguir su cubo de "ramen instantáneo", y por último a jóvenes bailando emocionados las coreografías de los grupos de música popular coreana, todo un fenómeno que ha llegado a occidente en los últimos años y cuenta cada vez con más seguidores atraídos por sus bailes y su exotismo.


Había temor por ver los daños que podía causar que una feria tan grande y tan publicitada como la Heroes Comic Con se celebrara justo antes de la Japan Weekend. Por suerte, podemos decir que los daños han sido mínimos. Quizás ha tenido que ver que la feria que se celebró la semana pasada está más dedicada al cómic americano y europeo y al cine de superhéroes, y podría haber sido peor si hubiera tenido que enfrentarse a la Heroes Manga Madrid, la feria de la misma empresa dedicada en este caso a la cultura popular japonesa, pero sea como sea podemos decir que no sólo no ha habido menos gente que en otros años, sino que la cifra se ha aumentado respecto a la anterior edición de "la Japan" celebrada también este año.


Y una de las claves es posible que sea que las dos tienen un público parecido pero distinto. Mientras la feria celebrada la semana pasada tiene un corte más familiar y generalista, a la Japan Weekend acuden los verdaderos frikazos de la cultura otaku. Otra de las diferencias de esta feria respecto a las otras dos es su espacio y como están divididos los eventos. Mientras en las otras dos ferias solo hay un pabellón, con todo muy delimitado entre zona de editoriales y librerías, merchandising, escenario principal, zona de conferencias y talleres, comida y zona de artistas, la Japan Wekeend ocupa dos pabellones, y todo es a lo grande. Aquí la zona de merchandising es muchísimo más grande, tanto que llega un momento en el que puedes llegar a quedar saturado entre tanta camiseta de One Piece, tanto muñeco de Dragon Ball y tanto póster de Death Note. Otra zona que ha aumentando de manera enorme en los últimos años para alegría nuestra es la zona de artistas, compuesta por decenas de stands dónde dibujantes, ilustradores y guionistas muestran sus dibujos y fanzines, espacio a la que el autor que escribe esto siempre acude encandilado para descubrir las obras de artes que los distintos artistas muestras en sus mesas. Este hecho provoca que poco a poco se vaya perdiendo esta sensación de "gran tienda de merchandising" que podía dar en años anteriores.


El entusiasmo con el que te cruzas en los múltiples escenarios que han puesto este año dedicados a las actuaciones de artistas internacionales, a concursos de cosplay, karaokes o conferencias es contagioso, y el buen rollo que percibes en la zona de artistas te hace sentir en casa. Si alguien pensaba que esta feria estaba en peligro puede relajarse, ya que con los cambios evidentes que ha sufrido le han sentado muy bien y esto no puede hacer más que crecer. Si poco a poco van reduciendo el número de tiendas comerciales y aumentado los eventos relacionados con la cultura japonesa, nada tendrá que envidiar a cualquier otra gran feria de la misma temática que se pueda visitar en el país, y el futuro lo tiene asegurado.

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