martes, 21 de enero de 2020

ENTREVISTA JULIA MADRIGAL, PREMIO EISNER 2019: PARTE UNO


Entrevista por Jorge Yebra y Elena Padrón.

Continuamos con nuestra serie de entrevistas. Hoy os traemos una muy especial y que nos hace mucha ilusión enseñaros. Julia Madrigal es una joven ilustradora y dibujante de cómics española, que comenzó su carrera de la forma más humilde y poco a poco se está haciendo un nombre no sólo dentro dentro de nuestro país sino en la industria del cómic internacional. Tras terminar sus estudios en España, se fue a Londres a buscarse la vida y a intentar dedicarse a lo que más le gustaba. En 2018 comenzó a cumplir su sueño cuando sustituyó al dibujante Max Sarin en el cómic norteaméricano 'Giant Days', de la editorial BOOM Comics, trabajo por el que fue galardonada con dos premios EISNER (los "Oscars del cómic", para entendernos) a la mejor publicación de humor y a la mejor serie regular junto a sus compañeros John Allison y Max Sarin. Conocimos a Julia en la Heroes Comic Con de 2018 y enseguida nos sentimos encandilados por la calidad de sus dibujos y por su cercanía. Tras más de un año de imprevistos, por fin os podemos mostrar esta deseada entrevista. Aquí os dejamos con la primera parte, donde hablamos sobre su carrera, sus gustos, su método de trabajo y algunas de sus anécdotas a la hora de trabajar con las editoriales. En los próximos días publicaremos una segunda parte donde nos centramos más en la situación de la industria, en los seguidores del noveno arte y en las claves para poder trabajar en este mundillo.  


¿Qué tal te va por Londres?

Pues ahora mejor, la verdad, trabajé hace unos meses en la serie de animación ‘Calle Dálmatas 101’ y ahora estoy a tiempo parcial haciendo unos diseños de personajes para un videojuego, además de unas paginitas para los últimos 4 números del cómic ‘Leñadoras’.
Antes estuve trabajando mucho tiempo en una tienda de cómics londinense (Orbital Comics) a tiempo parcial, sobreviviendo para pagar el alquiler y por la noche haciendo tebeos.
Hay bastante ambiente de cómic en Londres; sobre todo gente que trabaja en Marvel, DC, Image, o personas que son independientes. La tienda me vino bastante bien para conocerlos. Hacíamos muchos eventos, presentaciones, sesiones de firmas a los que asistía toda esta gente.

Ahora mismo estás en el mundo de la ilustración, de los cómics, ¿pero siempre has querido dedicarte a eso?, ¿ha sido algo que siempre habías tenido como meta o como un sueño?

Yo no sé qué quería hacer. En algún momento de mi vida dije “yo quiero dibujar”. Pero el primer momento en el que dije: “yo quiero hacer cómic” fue en primero de carrera, que además iba a la ESDIP a hacer un módulo de ilustración. Allí conocí a José Robledo, que me dio una clase de cómic y me dejó tan impresionada que dije “yo quiero ser como esta persona, quiero hacer tebeos, yo quiero ser así”. Fue la persona que me puso esto como meta, todo fue a raíz de conocerlo.


¿Cuáles son tus referentes?, ¿qué cómics, ilustraciones o dibujos veías de pequeña, que pudieron motivarte para hacer esto?

No sé, yo veía 'Pokémon' (risas), pero creo que como todos. Yo empecé a dibujar más a tope porque una amiga mía me recomendó 'Naruto'. Estaba con 'Naruto', 'One Piece', 'Bleach', que fue cuando empezaron a salir en España. Luego me pasé al cómic americano con Skottie Young y Humberto Ramos y más tarde al francés de la mano de José Robledo y Marcial Toledano, Ken Games… Y ya fui leyendo más cosas, pero he estado leyendo un poco de todo. Supongo que si empecé con algo fue con 'Naruto' y con 'One Piece', así a mirar los dibujitos y a copiar.

Algo que quiero inculcar en otra gente es que sobre todo al principio no te cierres a un mercado. “Yo quiero dibujar manga”. Muy bien, léete cómic francés también. Porque cuanto más leas más enriquecimiento visual tienes y más cosas puedes aportar. Si te gusta el manga mírate ciertas narrativas americanas o francesas porque a lo mejor puedes utilizarlo y lo puedes enriquecer mucho más. Yo empecé con manga y estaba muy cerrada en plan “el manga es la técnica definitiva y nunca leeré nada más porque lo demás es sucio y está mal”. Mentira. Luego empecé a leer 'X-Men' y dije: “esto mola un montón. “Pero el cómic francés es de mojigatos y es de pijos y no me gusta”. Hasta que encuentras el cómic francés que te guste… “Si es que me gusta todo, el cómic es maravilloso, sea del mercado que sea y todo es genial ¿por qué he sido tan ilusa?”

¿Tienes algún artista, ilustrador, diseñador que te inspire y nos puedas recomendar?

Pues tengo un montón, lo mejor sería que os llevara a mi casa y os enseñara mi colección de cómics (risas). Me gusta Sean Murphy, Tradd Moore, Becky Cloonan, Vanesa del Rey, Marcial Toledano, Yoh Yoshinari, que es un animador, Jenny Saville, Egon Schiele

¿Cuál es tu cómic preferido?, ¿cuál es el que más te gusta de ellos?

Tengo un top 4 de cómics. 'Ken Games', 'DVD' (que es un manga coreano), 'Punk Rock Jesus' de Sean Murphy y 'Hollywood Jan' de Bastien Vives. Y luego tengo mucho más, pero ese es el top 4 de cosas que salvaría si mi casa estuviera en llamas.


Ya que eres una seguidora del manga, ¿no te gustaría hacer un proyecto con ese estilo? Ahora que se está poniendo de moda el manga español…

Creo que sigo teniendo estilo de dibujo manga, me lo dicen muchas veces: “Es que es como europeo, pero manga pero nosequé…” Supongo que empiezas de alguna manera y luego yo tengo este estilo de base, pero me gustan mucho las manos que hace esta persona, los ojos de esta persona, me gusta cómo entinta esta persona y como que vas creando tu pequeño Frankenstein, que sigue teniendo piezas de todo y si yo te digo “pues estos ojos son de aquí, estas poses son de aquí, esta tinta es de nosequé…”, lo vas viendo poco a poco pero sí que siempre queda algún vestigio. Me quedan vestigios de manga, de Humberto Ramos, de Skottie Young, me queda un poco de tinta francesa… Sí que se puede detectar de dónde provienen las cosas. Pero yo creo que ese vestigio de manga no lo he llegado a perder nunca tampoco en mi estilo.

¿Qué proceso sigues a la hora de realizar tu trabajo?,¿tienes alguna rutina o depende de la historia que vayas a contar?, ¿hay algo que suelas hacer cada vez que dibujas un cómic?

No sé, yo hago los lápices. El thumbnail, el boceto chiquitín de la página, lo hago a boli para hacerlo muy rápido y no quedarme media vida corrigiendo cosas. Cuando eso ya lo tengo lo paso al ordenador, lo meto en la plantilla de la página, lo imprimo en azul, hago los lápices, lo vuelvo a imprimir en azul, hago la tinta y ya lo escaneo y hago el color.
A nivel de horario o de rutina es más bien a objetivo conseguido, en plan de “Guau, son las 5 de la mañana… Bueno, pero todavía puedo seguir trabajando un poco más…”. Pero sí, soy bastante caótica.

¿Entonces prefieres el estilo tradicional o eres más de digital?

No, si tengo tiempo y espacio yo soy tradicional, o sea, yo lo hago todo a mano. Excepto el color. Porque el color se me da muy mal y yo necesito algo fácil para poder corregirlo como un ordenador. Pero todo lo demás… la tinta la hago a mano, fue a partir de cuando empecé a trabajar en la tienda y que me dejaban sitio en la caja o cuando no había clientes que me ponía con ello y ahora que tengo menos tiempo, que he empezado a hacer cosas digitales. Pero mi rollo es tinta, lápiz y papel.

¿Hay algún ritual que realices al hacer tu trabajo, alguna manía, o algo sin lo que no puedas realizar tan fácil las tareas?

No sacrifico cabras ni nada… (risas)

Ah, ¿no?, ¡crea la leyenda!

(Risas) Cuenta la leyenda que… No, si yo soy de andar por casa (ríe).



¿Podrías hablarnos de tu recorrido de todos los trabajos que has hecho hasta ahora? Sabemos que hiciste un trabajo en la carrera que se llamaba “Yo también te quiero”, ¿nos puedes hablar de ese y de algún otro que hayas hecho a lo largo de este tiempo?

Bueno, “Yo también te quiero” es una movida que hice en tercero de carrera cuando estudié Bellas artes. Sí, soy masoquista. Yo iba por las mañanas a hacer Bellas Artes y a las 14:00 cogía el metro desde Aranjuez y por las tardes iba a la ESDIP de 16:00 a 18:00 a hacer un módulo de ilustración. No lo hagáis.

Hice eso en la carrera, luego me fui a hacer un master en Valencia y teníamos una asignatura que era “álbum ilustrado”. Rescaté todo ese material y fue cuando lo puse todo de forma coherente, que lo tengo impreso y lo tengo pendiente de autoedición.

Pero bueno, realmente mi primera historia coherente fue ese mismo año cuando hice el taller en la ESDIP y publiqué una historia corta dentro de 'La noche del Buite' con la editorial Dibbuks, en un álbum de varios artistas. El taller se llamaba Segunda temporada. Antes de eso en 2008 conocí a Diego Núñez y en 2009 participé en el Fanzine 'Andergraün'. Creo recordar que estuve trabajando en seis números de ese fanzine, el último en 2014, que ese además lo hice estando ya en Londres. Y bueno, desde entonces he estado haciendo mis cositas, pero la verdad es que todavía no había salido nada. Fueron cinco años de secano. Pero de repente, no sé cómo, contacté con John Allison. Él vio mis cosas y al día siguiente tenía un mail de la editorial para preguntarme si quería hacer dos páginas de prueba. Me dieron una semana para hacerlas, las presenté, les gustaron y al día siguiente tenía el guion y trabajo para dos meses. Y así surgió lo de 'Giant days'.

Y últimamente he participado también en 'Wicked and the Divine', con Kieron Gillen. Me lo propusieron. Y claro, ¿por qué no? Muy de andar por casa, como soy yo.

Para realizar tus trabajos para Giant days, ¿puedes decirnos qué tareas tienes que realizar cada día? ¿hay un seguimiento concreto?

Claro, tienes que tener un seguimiento sobre todo porque tú solo eres un eslabón de la cadena. El guionista tiene que cumplir una fecha de entrega, tú también. Para que luego el colorista pueda hacer su trabajo. Y luego el maquetador haga el suyo. Y todo se entregue a tiempo y bien.
A mí me dijeron: “Tienes una semana para hacer los thumbnails”, los bocetillos de las páginas. Era en una semana entregar 22 páginas y a partir de eso eran 11 páginas a tinta terminadas cada 10 días. Pero yo trabajaba en la tienda…
Así que, durante dos meses, Julia se levantaba a las 8:30, se iba a trabajar, volvía a casa, cenaba y a las 22:30-23:00 se sentaba en la mesa de dibujo hasta las 5:00 de la mañana. Y se levantaba a las 08:30, y otra vez.
Y aparte de eso en la caja también entintaba páginas, era maravilloso. La hora de comer la utilizaba para dormir. Yo me llevaba un sándwich y me lo comía cuando podía y la hora de descanso era para dormir. Y así durante dos meses. Mis compañeros me miraban en plan “se va a morir” (risas). Pero no, bien, muy intenso. La verdad es que las fechas de entrega americanas… A ver, no tienes tiempo libre para nada, pero son abarcables si no tienes que hacer otro trabajo. Si tienes que hacer otro trabajo dormir es para débiles. “¿Para qué?, tomaré café”. Yo creo que la mitad de lo que gané me lo gasté en café en esos dos meses…

¿Para The Wicked and the Divine la rutina era parecida?

La rutina de 'Wicked and the Divine' ha sido maravillosa. Porque sólo eran 3 páginas, pero era lápiz, tinta y color. Lo que pasa es que ese proyecto me lo dijeron dos semanas y media antes de la fecha de entrega. Y cuando le pedí a Kieron que me pasase el guion me dijo que todavía no estaba terminado, que ya me lo pasaría el lunes. Total, el lunes pasa, el martes pasa, el miércoles pasa y llega el jueves donde a mediodía ya tengo el guion y por la noche ya envío los thumbnails. Pasa todo el fin de semana y quedaban 5 días para hacer las páginas. Y cuando estoy tomando el avión para ir a Japón porque iba a ver el estudio Trigger por dentro, me dicen que me dan el visto bueno para realizar las páginas. O sea que al final me quedaron 5 días de las 2 semanas y pico para hacer las páginas, en mitad de un viaje de negocios a Japón. Tenía que hacer las páginas por las noches en la tablet en mi hotel cápsula. Son anécdotas mágicas del sufrimiento del artista.


Entrevista por Jorge Yebra y Elena Padrón.

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