lunes, 18 de diciembre de 2017

Thriller: Un espectáculo con buenas intenciones pero resultados insatisfactorios

Hace unas semanas se estrenó en Leganés el último espectáculo que homenajea a una de las figuras más importantes del la historia del pop y de la música en general. Por estas fechas es muy fácil encontrarse por la capital con varios tributos dedicados al rey del pop, pero este en principio destacaba por algo en especial. De la mano de los creadores del tributo "Michael Reloaded", llegaba "Thriller", un homenaje a Michael Jaskson en clave de terror, una de las temáticas favoritas del cantante. En principio, la cosa no pintaba nada mal, y por eso nos apuntamos a verlo, lástima que las expectativas chocaran con la realidad.

De primeras, el primer fallo viene cuando el público espera algo por tu culpa que en realidad no le vas dar. Cuando comienza el espectáculo, empieza a sonar una música tenebrosa con unos zombis acompañados de un hombre encapuchado misterioso. Vale, no está mal la introducción, ¿pero ahora vendrá la música de Michael, verdad? Pues no, los siguiente será ver a un hombre haciendo malabarismos con unos palos con fuego que se apagarán a los quince segundos a ritmo de la canción "Du Hast" del grupo Rammsteim. Si, el grupo alemán de Industrial Metal que nada tiene que ver con Jackson. El público se miraba extrañado esperando que tras esto apareciera por fin algo relacionado con Michael Jackson. Y bueno, tras una pequeña pelea coreografiada a ritmo de la canción BAD, nos cuentan la historia de una especie de mujer-muñeca atrapada por un hombre con una nana terrorífica, para segundos después, hacer piruetas por una cortina a ritmo de AC/DC. ¿Perdón? En realidad no aparecería la figura de Michael Jackson hasta a mitad de función. Después habría una coreografía a ritmo de la música de la película de Tim Burton "Beetle Juice", que provocaron las protestas del público. 

Pero el colmo de todo esto fue cuando salió un hombre que se colgaba en una especie de pirámide y hacía como que andaba por el aire de forma espectacular, si... pero a ritmo de una balada de Bon Jovi. En ese momento, el público no aguantó más y parte de éste empezó a abuchear y a pitar.
No es que el espectáculo fuera malo, aunque sin duda era mejorable, es que habían vendido una cosa que no era real. Cuando vendes el show como un "memorable y fidedigno homenaje con una cuidada puesta en escena y una gran producción musical", no puedes dar un batiburrillo de números con temática de terror acompañado de músicas aleatorias. Estás engañando al espectador.
Aparte de esto, no solo su poca fidelidad al homenaje de Michael Jackson era el problema, si bien algunos números eran bastante decentes e incluso algunos podían asombrar, pero la falta de contexto y unión entre ellos, el contar una historia en un número para olvidarte de ella en los tres siguientes hacía que todo fuera un hilo de actuación sin sentido. Para colmo, el sonido era bastante mediocre y las impresionantes proyecciones 3D que te vendían como atractivo no eran nada fuera de lo común.



Curiosamente, el mejor momento del espectáculo fue el momento final, cuando el imitador de Michael Jackson, tan reclamado durante todo el show, salió por segunda vez para, esta vez sin más bailarines ni efectos visuales, bailara el mítico tema de "Billie Jean" como si fuera el mismísimo artista de la Motown.En definitiva, nos encontramos con un espectáculo del que se notan las buenas intenciones y las ganas de hacer algo diferente, pero la falta de ejecución, la pesadez de algunos números y la nula unión entre ellos, y el vender algo que no es real hace que el show quede muy lastrado. Como dirían en los juegos de lotería, "inténtelo en otra ocasión".

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