miércoles, 19 de octubre de 2016

"THAT DRAGON, CANCER", MÁS QUE UN VIDEOJUEGO, UNA EXPERIENCIA VITAL

En la última década los videojuegos han dejado de ser esa maquinita para entretenerse un rato matando marcianitos o ganando competiciones deportivas virtuales para convertirse en algo mucho más grande. Los videojuegos han permitido poder contar historias con guiones y escenas cinematográficas mejores que muchas superproducciones de Hollywood (las llamadas Cinemáticas), poder ponerte en la piel del protagonista de una forma casi superior a las novelas y poder decidir sobre su futuro gracias a algunas aventuras gráficas, o poder vivir una experiencia única conociendo la vida autobiográfica de la familia Green.


A principios de año se estrenó de la mano de Numinous Games "That Dragon, Cancer" un videojuego que nos cuenta la vida de Joel Green, a quien se diagnosticó un tumor cerebral terminal en 2010 y a quien le dieron unos pocos meses de vida. La lucha de Joel y el amor de sus padres hizo alargar su vida mucho más tiempo de lo esperado por los médicos, pero finalmente el trágico suceso llegó de forma inevitable. Los padres de Joel quisieron hacer éste juego como homenaje a su hijo y para recordarle y sentirse más cerca de él.
That Dragon Cancer nos mete en la piel del Joel y nos muestra su día a día, a la vez que conocemos como sus padres vivieron el proceso de su enfermedad. A través de acciones cotidianas, vamos conociendo más a Joel y descubriendo como fue el avance de su enfermedad. Sin grandes alardes gráficos, la estética del juego es muy indie y cuidada, compuesta de un dibujo muy artístico, en ocasiones onírico, que te mete de lleno en el mundo de Joel.


TDC no es el típico juego que sirva para pasar el rato, tampoco se puede decir que es un juego divertido de por sí, pero si merece mucho la pena conocer y experimentar. Tampoco es que sea un juego triste, hay momentos en los que es probable que lo puedas pasar mal, pero estamos ante una historia autobiográfica, y la vida al final es una composición de momentos tanto buenos como malos, y el poder vivir de primera mano las experiencias de la familia Green es algo que no tiene precio. Mientras que aquí la jugabilidad es algo secundario, el vivir la experiencia que te proponen los Green compensa con creces otros aspectos en los que pueden destacar otros videojuegos al uso. El juego nos lleva a momentos reales que vivió la familia, también nos llevan a momentos más oníricos para expresarnos situaciones catárticas que vivieron en esos momentos y que nos muestran muestran de una forma muy mágica. Quizá el punto más polémico sea que el juego trate demasiado el tema de la religión, pero al ser una historia real y nuestros protagonistas una familia cristiana, es algo que no podía no estar, la familia se refugia en parte en la religión para poder superar su situación, y así nos hablan de Dios de una forma que nunca antes se había hecho en un producto así.


Y es que That Dragon Cancer no es un videojuego normal, se suman a esa lista cada vez más grande de videojuegos llamados "adult games", dentro del género de los "Walking Simulators", que apelan más a las emociones, a la narración y a la exploración más que a la habilidad del jugador para superar pruebas, como pueden serlo "Dear Esther", "Gone Home" o "Fragments Of Him". Pero lo que TDC te ofrece es algo que hasta ahora ningún otro videoduego te ofrecía, una inmersión tan profunda en el seno de una familia real en el que están viviendo un suceso muy dramático.
Aquí no tienes que ganar ni derrotar a nadie, simplemente tienes que exponerte y enfrentarte a ese dragón llamado cáncer que te muestran en el juego, un monstruo terrible al que ningún villano de otro videojuego se puede comparar.
La familia Green ha decidido regalar al mundo éste homenaje a su hijo en forma de videojuego, y es algo que tenemos que agradecer, porque TDC no es un juego más, es una experiencia vital.
El juego fue financiado por Crowdfunding y está disponible en la plataforma Steam. En el documental "Thank You for Playing" podemos ver el proceso de creación del videojuego por parte de la familia Green y su equipo.


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