En Consumidor de Cultura hemos pensado que ya era hora de reivindicar a la vez que homenajear la figura de Juan Carlos Ortega, un humorista que no nos arrugamos en nombrarle ya de primeras como un verdadero genio del humor. Un desconocido para muchos, pero un humorista de culto para muchos otros, con una carrera que ha tocado muchos palos, pero principalmente se ha visto ligada a la radio, un medio tan particular y maravilloso en el que ha podido desarrollar la esencia de su humor.
LOS INICIOS
El joven Ortega quería ser un locutor como aquellos que había escuchado y admirado siempre, sobre todo al mítico Luis Del Olmo, pero sin embargo, nunca supo tomársela en serio, seguramente por el respeto que le daba el propio micrófono, y se dio cuenta que si no podía hacerle justicia, si podía parodiarla. Y así es como nació el cómico.
Tras esta primera incursión, el joven Ortega comenzó a trabajar en su hogar y sin ánimo de lucro en una pequeña radio del barrio barcelonés de Gracia en el programa 'El Cementerio', creando su propio material, imitando voces y desarrollando sus primeras historietas disparatadas, todas relacionadas con la radio. Cuando unos años después Sardá fichó por la Cadena Ser para presentar el conocido magazine de tarde 'La Ventana', éste se enteró del nuevo material de Ortega y le llamó para hacer una colaboración en el programa con sus gags. El resultado fue tan satisfactorio que cuando el presentador abandonó el programa para marcharse a la televisión, la cadena mantuvo su confianza en él y continuó haciendo su sección humorística durante varios años, a la vez que colaboraba en los programas de Julia Otero y Jesús Quintero en Onda Cero.
Habiéndose hecho ya un nombre como cómico en la radio nacional, Sardá le llamó en 2003 para que volviera a colaborar con él, esta vez en el mítico y exitoso late night de televisión 'Crónicas Marcianas', con el que se dio a conocer a otra parte del país.
En los últimos tiempos ha compaginado sus colaboraciones en el programa de RNE 'No es un día cualquiera' de Pepa Fernández con su propio programa en la Cadena SER, 'Las noches de Ortega', dónde cada semana explota toda su genialidad con las historias más delirantes, además de su espectáculo teatral titulado 'Relatividad General'.
UN ESTILO ÚNICO
Sus sketches están construidos de distintas formas, pudiendo ser una entrevista a una supuesta tonadillera con salud delicada en mitad de una tormenta, un programa radiofónico de llamadas clásico con unos oyentes muy particulares, la presentación del nuevo disco de un cantautor que odia a los hombres, o un viaje al pasado en el que una especie de Luis del Olmo presenta un programa clásico con las rarezas actuales de las personas, todo guionizado a la perfección y con una preproducción detallista, donde destacan esas voces de ancianos llenas de curiosidad y poca vergüenza, que por si alguien no lo sabe a estas alturas, y esperemos que con esto no le fastidiemos la magia de la radio, interpreta él mismo de forma magistral.
Así lo que en realidad es una conversación de Ortega con sus diferentes personalidades, se convierte en un auténtico programa de radio para el oyente. A la hora de crear sus historias, el cómico se basa en lo cotidiano, teniendo el amor, la muerte, la tristeza o el sexo como algunos de sus temas habituales, añadiendo en ocasiones su interés por la ciencia y últimamente también tocando algo de política, pero siempre desde una perspectiva muy distinta a como lo tratan el resto de humoristas. Abajo un ejemplo de uno de sus mejores sketches y una demostración de su variedad de voces:
UN HUMOR MUY RADIOFÓNICO
Y es que a pesar de haber tonteado con otros medios como la televisión o incluso últimamente el gráfico en El Periódico de Catalunya (dónde también publica artículos de opinión desde hace unos años), su humor encaja mucho mejor que en ningún otro sitio en el medio radiofónico. Antes de sus colaboraciones en 'Crónicas Marcianas', Ortega ya participó a comienzos de siglo en los programas 'La escalera mecánica' de TVE y en 'Vitamina N' de la cadena local barcelonesa City TV, y tras su andadura en el programa de Sardá, siguió participando en televisión con una sección en el programa 'Channel nº 4', presentado por Ana García Siñeriz y Boris Izaguirre de la cadena Cuatro, llegó a tener su propio Late Night en la cadena llamado 'La noche americana' y hasta hace poco ha colaborado en el programa 'Late Motiv' del humorista Andreu Buenafuente en Cero.
Como ven Ortega es una persona muy particular. Un bicho raro con un humor adorado por unos e incomprendido por otros, alguien que detesta el humor cruel y el ir de incorrecto por la vida pero a la vez es el menos correcto y común de todos. Una persona con la que gracias a sus trabajos podemos conocer algo de su retorcido universo interior y alguien que ha demostrado que el humor y la radio no solo no han pasado de moda, sino que pueden ser los socios perfectos para provocar en el receptor un rato de alegría y diversión.
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