Inauguro el blog con un texto introductorio que he escrito sobre una de mis grandes pasiones, la ficción televisiva:
La pregunta es tan provocadora y atrevida como lo son los
productos de ficción que se han estrenado en la televisión en los últimos años.
Año 2010, el mundo de la ficción televisiva está en su máximo apogeo con cifras
millonarias de espectadores, múltiples beneficios en merchandising y notables
títulos en emisión como Breaking Bad, Sherlock, Boardwalk Empire, Hora de
Aventuras o The Walking Dead entre
otras. También es el año en el que por primera vez en la cartelera
estadounidense superan las películas que son secuelas, precuelas, remakes,
reboots o simplemente adaptaciones a las películas con guiones originales, con
títulos como Tron Lecgacy, Iron Man 2, Alice in Wonderland o Toy Story 3. Ese
porcentaje seguirá aumentando hasta llegar a un 65% actualmente.
¿Hay crisis de ideas en Hollywood? No, la respuesta es que
muchos de los creadores que han estado trabajando en las últimas décadas en la
industria, cansados de la poca libertad creativa y la poca confianza que
encontraban, se pasaron al mundo de la televisión descubriendo un mundo nuevo
por explotar.
Series precursoras o iniciales de la nueva edad dorada de las ficción en tv |
Se ha llamado este periodo así debido a un regreso del interés
por las ficciones por parte tanto del público generalista como de una crítica
especializada, y por motivos tan destacados como la apuesta de los canales por una
ficción de nivel aportando grandes presupuestos, la figura del Showrunner y la
libertad creativa o el atrevimiento a tocar temas que nunca antes se habían
tocado en la pequeña pantalla y en ocasiones ni en la grande.
Si hay un culpable de todo esto sin duda es la HBO, canal de
cable que solo era conocido por sus retransmisiones deportivas de pago y su cine clásico, que aunque es cierto que ya
había producido series míticas e interesantes como El Autoestopista (The
Hitchhiker, 1983 - 1991), Fraggle Rock (1983 - 1987), Historias de la Cripta (1989
- 1996) o The Larry Sanders Show (1992 - 1998), no es hasta finales de los
noventa cuando decide dar un salto pasando a producir ficción de forma seria,
cambiando el panorama televisivo como nunca antes se había hecho en la
historia. La cadena decide desde el principio que producirá “series de
calidad”, basándose en una visión
artística y tratándolas como obras de arte, dando poder a una mente creativa y
aportando valores altos de producción.
Así nacerían series como Oz (1997 - 2003), Sexo en Nueva York (Sex and
the city 1998 - 2004), A dos metros bajo tierra (Six Feet Under 2001 - 2005),
The Wire (2002 - 2008), la miniserie Hermanos de Sangre (Band of Brothers,
2001) o la propia Los Soprano, marcando la mayoría de ellas un antes y un
después en la televisión. La propia cadena se promociona con el lema de que
ellos no producen series de tv, ellos hacen “series HBO”, como símbolo de
calidad.
A partir de aquí el espectador descubre que en la televisión
puede haber una ficción seria con tramas adultas, que se pueden tocar temas que
jamás antes hubieran pensado que verían en su televisor, y que se puede tocar
un nivel de calidad que antes solo se podía imaginar en el cine. La audiencia
se vuelve exigente y pide lo mismo para las cadenas Networks, y la televisión
generalista toma nota de ello.
Llegamos a la famosa “cosecha del 2004”, lo que sería un antes y
un después para la televisión en abierto. Mientras que la cadena HBO y otras
cadenas de cable como Showtime estrenaban sus series a modo de imagen de marca,
la cadena pública ABC necesitaba algo que la sacara del último puesto. Y eso
ocurrió con los estrenos de series como Lost (2004 - 2010), Mujeres
Desesperadas (2004 – 2012) o Boston Legal (2004 -2008). Mientras, la cadena Fox
hacía lo propio estrenando House (2004 - 2012) o incluso la pequeña cadena UPN
estrenaba una serie que más tarde sería de culto como Veronica Mars (2004 –
2007). Todas ellas destacaban por ser series innovadoras, originales y
diferentes a lo que se había visto en la televisión en abierto hasta entonces.
Con éstas series se vieron unos niveles de calidad en
producción, guiones y actuaciones novedosos, y como el poder pasaba a unos
creativos que habían encontrado su hueco en la televisión. David Lynch (Twin
Peaks), Martin Scorsese (Boardwalk Empire), David Fincher (House of Cards),
Frank Darabont (The Walking Dead), Michael Mann (Luck), David Mamet (The Unit)
o Steven Spielberg (Band of Brothers, The Pacific) son algunos de los
directores de cine que se han dejado caer por la pequeña pantalla, viendo que
pueden tratar con más soltura los temas que les interesan, actuando sin miedo a
que el sexo, la duración o la violencia les obligue a recortar sus obras, algo
que sin duda no todos pueden hacer bajo la supervisión de los ejecutivos de
Hollywood.
A su vez la televisión está siendo un nido de grandes creadores
de universos de ficción como Joss Whedon (Buffy, Angel, Firefly, Dollhouse),
J.J Abrams (Felicity, Alias, Perdidos), David Simon (The Corner, The Wire,
Treme), Matthew Weiner (Mad Men), Jenji Kohan (Weeds, Orange is the New Black)
Aaron Sorkin (Studio 60, The Newsroom) o Vince Gilligan (Breaking Bad, Better
Call Saul) entre otros.
La nueva edad dorada de la ficción televisiva en su mayor momento de eclosión |
A partir de ésa “cosecha de 2004” la cosa no ha parado, si a
principios de los noventa no había más de cincuenta series en emisión,
actualmente se estrenan cientos de nuevas series solo cada año. Y si miramos a Europa, en
Inglaterra o en otros países como Francia, Italia, Suecia o Dinamarca, las
series de televisión están más de moda que nunca, aportándonos productos
televisivos de gran calidad y merecida visión, jugando con temas como la política,
la ciencia ficción o la comedia negra, mezclando géneros o combinando formatos.
Incluso en España, que siempre vamos un paso por detrás del resto, ya podemos
empezar a hablar de productos de calidad y diferentes con antecedentes como “Plutón
Berbenero”, “¿Qué fue de Jorge Sanz?” o “Crematorio” y de una nueva ola de
series como “El Ministerio del Tiempo”, “El Fin de la Comedia” o “Vis a Vis”.
Además en los últimos años, aparte de las clásicas Networks o
las decenas de cadenas de cable que se han atrevido con la producción de
ficción, se han sumado empresas como Netflix, Amazon o Hulu, revolucionando el
mundo de la ficción una vez más.
Aunque por desgracia la televisión está jugando en los últimos años con los malos vicios del cine, haciendo demasiados remakes y adaptaciones, la televisión sigue siendo el medio dónde salen las mejores ideas de la industria audiovisual. Con una producción óptima, salen productos que enganchan al espectador y por lo que algunos expertos y aficionados lo llaman “el nuevo cine”.
Aunque por desgracia la televisión está jugando en los últimos años con los malos vicios del cine, haciendo demasiados remakes y adaptaciones, la televisión sigue siendo el medio dónde salen las mejores ideas de la industria audiovisual. Con una producción óptima, salen productos que enganchan al espectador y por lo que algunos expertos y aficionados lo llaman “el nuevo cine”.
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